Solsticio de Invierno
¡Ya está aquí! ¡Ya viene! ¿Alguien más lo estaba esperando como agua de mayo? Me refiero, claro, al solsticio de invierno: la noche más larga del año, que se celebra en todo el mundo desde la antigüedad como el «regreso» del Sol y tras el cual los días empiezan a alargarse poco a poco.
Su fecha del calendario, 21 o 22 de diciembre en el hemisferio norte y 20 o 21 de junio en el hemisferio sur, influyó en las festividades que celebramos hoy, como Navidad y Hannukah, pero también en muchas otras culturas. Veamos algunas:


Escandinavia: En Escandinavia, Yuletide (Yule) es el nombre pagano de la Navidad. Este importante día de invierno se originó como una festividad pagana que se celebraba después del solsticio de invierno (normalmente el 21 de diciembre) para celebrar el regreso del sol y los días más largos. Las celebraciones navideñas de 12 días incluían beber y comer y encender fuegos para simbolizar la luz que regresa
China: Festival Dongzhi: El Festival Dongzhi es una importante celebración del solsticio de invierno en China, traducida como «extremo del invierno» y que reconoce la energía positiva entrante después del solsticio. Inspirado en la filosofía del equilibrio entre el ying y el yang, los días más largos después del solsticio significan un aumento de la energía positiva.
Reino Unido: Stonehenge y celebraciones druidas
Stonehenge fue cuidadosamente diseñado para alinearse con los movimientos del sol en los solsticios.
Los druidas, espiritistas modernos afiliados a la antigua orden religiosa celta, realizan ritos matutinos en Stonehenge vestidos con túnicas blancas para conmemorar el solsticio. Su punto focal es el ciclo de vida, muerte y renacimiento.

El Solsticio en el Mundo Rural Tradicional
En el mundo rural castellano, el solsticio de invierno ha estado cargado de simbolismo y tradiciones profundamente arraigadas. Durante siglos, las comunidades campesinas de esta región han aprovechado esta época para hacer una pausa en las labores del campo, coincidiendo con el descanso natural de la tierra.
Entre las tradiciones destacaban las hogueras encendidas en las plazas o en los campos, conocidas como «las luminarias». Estas fogatas, además de proporcionar calor, simbolizaban el triunfo de la luz sobre la oscuridad. En algunas localidades, se bendecían los campos con rezos y cantos tradicionales mientras se compartía vino, pan y dulces como rosquillas o mantecados.

El Renacer de la Naturaleza: Conforme los días comienzan a alargarse tras el solsticio, la naturaleza despierta de su letargo (“para Reyes, lo conocen los bueyes”). Las primeras señales de vida anuncian la llegada de un nuevo ciclo. En el mundo rural, esta transición es especialmente significativa, ya que marca el inicio de la planificación para el nuevo año agrícola. Pero también en todos nosotros este cambio tiene un impacto positivo. La luz solar, cada vez más presente, mejora nuestro estado de ánimo y nos llena de energía para enfrentar los meses venideros.
En nuestra Casa Rural En Los Trigales celebramos el solsticio de invierno como una invitación a reconectar con lo esencial, rodeados de naturaleza y tradiciones que nos recuerdan la importancia de cada estación en el ciclo de la vida.